Nave espacial Kepler de la NASA descubre el primer planeta en nueva misión

La nave espacial Kepler de la NASA está descubriendo planetas alienígenas otra vez.

La prolífica nave espacial ha detectado su primer planeta alienígena nuevo desde que fue cojeado por un mal funcionamiento en mayo de 2013, anunciaron hoy los investigadores (18 de diciembre). El mundo recién descubierto, llamado HIP 116454b, es una “super Tierra” aproximadamente 2.5 veces más grande que nuestro planeta natal. Se encuentra a 180 años-luz de la Tierra, en la constelación de Piscis – lo suficientemente cerca como para ser estudiado por otros instrumentos, dijeron los científicos.

Descubriendo nuevos mundos

“Como un ave fénix que se levanta de las cenizas, Kepler ha renacido y continúa haciendo descubrimientos”, señaló en una declaración el autor principal del estudio Andrew Vanderburg, del Centro de Astrofísica del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA). “Aún mejor, el planeta que encontró está listo para estudios de seguimiento.”

La ilustración de un artista desplaza a la nave espacial Kepler, cazadora de planetas de la NASA, que trabaja en un nuevo perfil de misión llamado K2. Los astrónomos han usado datos disponibles públicamente para confirmar el primer descubrimiento de exoplanetas de K2, probando que Kepler aún puede localizar planetas.

Planetas encontrados

Kepler lanzó en marzo de 2009, en una misión de 3.5 años para determinar con qué frecuencia ocurren planetas similares a la Tierra alrededor de la galaxia de la Vía Láctea. La nave espacial ha tenido un éxito increíble hasta la fecha, encontrando cerca de 1.000 planetas confirmados -más de la mitad de todos los mundos extraterrestres conocidos- junto con unos 3.200 otros “candidatos”, la gran mayoría de los cuales deberían convertirse en el verdadero negocio.

La nave espacial encuentra planetas por el “método de tránsito”, observando el revelador oscurecimiento causado cuando un mundo cruza la cara de, o transita, su estrella madre desde la perspectiva de Kepler. Tal trabajo requiere un señalamiento increíblemente preciso – una habilidad que la nave espacial perdió en mayo de 2013, cuando falló la segunda de sus cuatro ruedas de reacción de mantenimiento de orientación.

Pero el equipo Kepler no se rindió en la nave espacial. Pensaron una manera de aumentar la estabilidad de Kepler usando la sutil presión de la luz solar, y luego propusieron una nueva misión llamada K2, que continuaría la cacería exoplanetaria de Kepler de una manera limitada y también estudiaría otros objetos y fenómenos cósmicos, tales como galaxias activas y explosiones de supernovas.